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1o razones para que los jóvenes estudien teatro

¿Cómo entrar en la RESAD?

Muestra de Teatro Musical en el Corral de Usera. La Manada. 2023.

“El teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma.” Arthur Miller.

El teatro es una herramienta maravillosa para plantear preguntas al espectador y mostrarles de la realidad del mundo. Pero aún más educativo es para los que lo llevan a cabo, que tienen que potenciar todas sus herramientas creativas e intelectuales para llevar a cabo una actividad que les hace crecer como seres humanos.

Si esto es así, el teatro y las artes escénicas aportan aún más beneficios para los más jóvenes y los más pequeños, cuyo cerebro está desarrollándose y absorben los nuevos conocimientos como esponjas. Las ventajas son amplísimas, desde un rendimiento incrementado en lo académico, hasta la potencia de sus capacidades creativas y desde el autoestima. Vamos a desarrollar algunas de estas.

1. EL ÉXITO ACADÉMICO

 

Multitud de estudios, como este que promueve el American Alliance Theatre Education, certifican la cantidad de conocimientos y herramientas que los jóvenes cursando algún taller o asignatura escénica se llevan al resto de sus estudios y les ayuda en su rendimiento. Según dicho estudio, los estudiantes de teatro obtienen puntuaciones más altas en los exámenes del colegio, especialmente en las disciplinas sociales y humanidades.

2. HERRAMIENTAS EDUCATIVAS

 

El éxito académico se debe a los requisitos del teatro. El fomento de la memoria es muy necesario para trabajar los textos y aprenderse los papeles, y no se hace a la fuerza, sino que se aprende vinculando el conocimiento a las palabras que se dicen y que se interpretan. Este mecanismo también aumenta el léxico que manejan y entienden los jóvenes, y por lo tanto su comprensión lectora aumenta, al igual que sus habilidades de comunicación verbal y no verbal, fundamentales para entenderse con el resto del elenco y con el público.

3. CREATIVIDAD

 

Todas las artes potencian la exploración del pensamiento creativo en los jóvenes, lo que en inglés definen como “out-of-the-box” o fuera de la caja”, que ayuda a encontrar soluciones más allá de las soluciones obvias y sencillas. Además del propio conocimiento en arte e historia del arte que se desprende de entender una función de teatro y todas las artes que operan en ella, la base de la interpretación es el juego.

4. IMAGINACIÓN

 

El actor se pone en la piel de muchos personajes, a través de explorar fuera de los moldes y el estudio de los seres humanos, y descubre cómo sería la forma de pensar, de moverse, de expresarse de otras personas. Por lo tanto, los jóvenes actores desarrollan sus biografías como si fuesen escritores de historias, y aprenden los diferentes roles que componen la sociedad en las diferentes situaciones sociales.

 

Formulario Jóvenes

«This is our youth», dirigido por Helena Mocejón. La Manada. 2020.

5. EMPATÍA

 

Los jóvenes estudiantes de teatro aprenden a empatizar y a comprender a las personas de su entorno, y también a las desconocidas. El juicio no tiene cabida en el estudio de un personaje por muy nocivas que sean sus acciones, porque si lo prejuzgamos no podemos representarlo: un actor siempre justifica a su personaje. Y para ello, hay que profundizar en sus razones y buscar equivalentes en la vida real. Entender a nuestros semejantes es la mayor semilla del teatro.

 

6. TRABAJO EN EQUIPO

 

Por las mismas razones, el teatro es un arte grupal que requiere de muchas personas con un objetivo común trabajando como un reloj para llegar a sus metas. Los actores deben crear un elenco, independientemente de la importancia de sus papeles, para crear una atmósfera sana de trabajo en equipo en la que puedan apoyarse en los momentos más duros y comprometidos de la profesión. Las emociones adquieren otra dimensión sobre un escenario, sin móviles de por medio, y los actores aprenden a identificarlas y gestionarlas.

 

Escuela Joven

«A 200 por hora», dirigido por Carlos Silveira. La Manada. 2019.

7. VERGÜENZA

 

La profesión pone a veces a los actores introvertidos contra las cuerdas. Las vivencias de la infancia a menudo generan inseguridades y baja autoestima, que algunos consideran un impedimento para salir a escena. Nada más alejado de la realidad. Sí, la lucha contra el miedo escénico requiere de trabajo y esfuerzo, pero las dinámicas teatrales y los ejercicios improvisatorios son muy útiles para que los actores dejen a un lado su cabeza y aprendan a resolver y dejar de juzgarse.

 

8. AUTOESTIMA

 

La autocrítica y la autoexigencia extremas adquiridas en casa o en la escuela son el enemigo del actor. El miedo al ridículo se vuelve limitador, por ejemplo, a la hora de interpretar un rol burlesco en una comedia. Por eso, el teatro ayuda a los jóvenes entender que en un proceso creativo el error es tu amigo, pues no se puede descubrir sin prueba y error. Además, la profesión ayuda a la superación del rechazo en situaciones incómodas como los castings, y el miedo a no ser suficientes se diluye según se construye autoestima con logros personales.

 

9. MOTIVACIÓN

 

Una de las razones más obviadas pero más importantes de estudiar teatro es la diversión. La motivación para aprender y profundizar en las humanidades vinculadas al teatro a través del juego ayuda a los jóvenes a profundizar en el conocimiento humano. La automotivación les ayuda a tomar decisiones informadas y profundas, que les ayuden a comprender su realidad y su entorno para enfrentarse a la desinformación de nuestro tiempo.

 

10. RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS

 

El estudio en casa del texto, con su consiguiente feedback del director, y la urgencia ante la llegada del estreno de la función son una combinación muy eficiente para promover de la autodisciplina del alumno. El actor en la escena debe aprender a gestionar la multi-tarea y la resolución de conflictos inesperados, y por lo tanto, se vuelven personas independientes y con criterio propio para solucionar como adultos.

 

Estas son nuestras 10 razones fundamentales para que los jóvenes estudien teatro en talleres especializados para ellos, como el nuestro en La Manada, pero nos hemos dejado numerosas aportaciones más en el tintero. Espero que os haya servido a la hora de plantear los estudios de teatro como una solución a muchos de los problemas académicos, emocionales y personales que viven los jóvenes en la adolescencia. Y por qué no, quizás muchos de ellos encuentren su vocación por el camino.

Nos despedimos con las reflexiones de Carlos Hipólito, reconocido actor español, sobre las ventajas de hacer teatro para desarrollar mentes humanas más tolerantes.

¡Gracias por leernos!

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