“LOS PRECURSORES” REGRESA AL UMBRAL DE PRIMAVERA
‘’Los precursores’’, obra creada y dirigida por Luis Sorolla, con nuestros egresados Sara Sierra, Rodrigo Arahuetes y Gabriel Piñero, vuelve a la famosa sala de Lavapiés, El Umbral de Primavera, los domingos 13, 20 y 27 de noviembre, a las 19:00, bajo la producción de Esto Podría Ser.
“Los precursores” reestrena en la sala madrileña tras su éxito en sesiones anteriores, agotando entradas, tanto en la capital como en otras localidades. En esta ocasión, Luis Sorolla nos ofrece una obra donde reflexionar sobre la realidad y el debate sobre lo que nos acontece. Enfunda la historia en la fantasía y deja que sea el espectador el que la interprete.
Luis Sorolla es un dramaturgo, director, actor y productor formado en interpretación textual en la RESAD y en La Manada. Forma parte de la compañía de creación colectiva Los Números Imaginarios y es fundador de la productora Esto Podría Ser. Como dramaturgo y creador ha trabajado en obras como “Leviatán”, “El Terror”, “Quijotes y Sanchos”, con Gon Ramos y Carlos Tuñón, o “El lugar y el mito: el engaño” para la CNTC. Trabaja asiduamente como actor, traductor (“Un Roble” de Tim Crouch, editada por la Uña Rota) y ha creado e impartido el “Taller de análisis e investigación de dramaturgia contemporánea Play&Breakfast” en el Teatro de la Abadía y en el Pavón Kamikaze.
En “Los Precursores” vuelven a compartir el escenario varios de nuestros egresados. Sara Sierra, actriz con experiencia tanto en obras teatrales como “Una chica muy valiente”, de la compañía Smile Theatre, como en cine, destacando “Dolor y Gloria” de Pedro Almodóvar. Rodrigo Arahuetes ha participado en montajes como “Death and Dancing”, bajo la dirección de nuestro también egresado Chumo Mata, y recientemente premiado a Mejor actor en el concurso Claqueta Emérita por el cortometraje “Héroes”, de nuestro antiguo alumno Jorge Aparicio.
Por último, cierra el elenco Gabriel Piñero, actor, iluminador y fotógrafo que ha participado en obras como “En El Frente”, bajo la dirección de Carlos Silveira, o “Death and Dancing” como iluminador. Esta pieza teatral nos coloca en el Fin del Mundo. Dos niños y una niña llevados a mitad del bosque reciben una misión de sus padres: contar todas las historias. Así pasan los años, contando historias y esperando, hasta que convertidos en tres jóvenes, en ese mismo lugar, siguen contando todo, atrapados en un no-tiempo y en ese bosque que, tal vez, no sea lo que parece.